Vivimos en una sociedad de sobre-estímulos, hiper-entretenimiento y sobre-información: televisión, redes sociales, Youtube, series en streaming, videojuegos, etc. En el caso de que se produjera un apagón todas estas distracciones que evaden nuestra mente desaparecerían, aumentando el riesgo de padecer ansiedad, estrés, miedo, etc.
Para tratar de minimizar ese riesgo se debería seguir una disciplina diaria con respecto a horarios y actividades, es decir, seguir unos buenos hábitos diarios, realizando actividades productivas para la situación que se está viviendo y actividades de ocio que nos gusten y nos generen bienestar. Algunos ejemplos de actividades de ocio podrían ser:
- Hacer ejercicio físico en casa.
- Pasear o hacer ejercicio fuera de casa, siempre que se pueda salir.
- Leer algún libro.
- Jugar a juegos de mesa.
- Jugar con tus hijos.
- Rellenar pasatiempos.
- Tocar instrumentos musicales.
- Escuchar música.
- Dibujar o pintar.
- Escribir.
- Hacer manualidades.
- Meditar.
- Hacer el amor con tu pareja.
- Etc.
En esta situación podría ser útil tener: